Conocer a Dios


El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios. Juan 7:17

Algunas personas hacen grandes esfuerzos para negar la veracidad de la Biblia, y creyendo hacer un bien, lo que logran es dejar a la gente en una oscuridad sin sentido.

Por un lado buscan apartarlos de la verdad bíblica, pero a su ves no les ofrecen ninguna respuesta.
Si les ofrecen un plan alternativo no es otra cosa que una copia de la verdad misma, pero como toda cosa cuando es adulterada resulta perjudicial.

Para tomar un ejemplo, en la película el Código Da Vinci, que ha sido una obra en principio censurada por la iglesia Católica, su objetivo principal es tergiversar el contenido doctrinal de la Palabra de Dios, la Santa Biblia.
Hacer creer que todo fue una mentira orquestada por el emperador Constantino, cuando en realidad el emperador solo influyó en el concilio donde se discutía la divinidad de Cristo a favor de esta misma.

Pero no tubo nada que ver Constantino en la elaboración de las escrituras las cuales han sido inspirada por el Espíritu Santo y escrita por hombres de Dios, que en algunos casos hasta dieron sus vidas por conservar la verdad.

La película pretende hacer creer que Jesús era esposo de María Magdalena y que ella era el santo rial, porque contenía en su vientre un hijo de Jesús, y la sangre a la cual hace referencia la Biblia tiene que ver con el nacimiento de una niña producto de esa sangre, en el acto sexual.

Y se vuelve a repetir una historia sin sentido donde a la que persiguen encarnizada mente es a la descendencia de María Magdalena que no conduce a ningún final afortunado.
Dejando en claro que su único objetivo es difamar las Escrituras Sagradas y hacer creer que la iglesia católica defendía a precio de sangre y muerte el contenido bíblico, cuando en realidad el catolicismo se opuso durante siglos a que las Santas Escrituras llegaran al conocimiento de todas las personas.

Muchos hombres de Dios dieron sus vidas por traducir esta verdad al idioma de la gente común, mientras que el papado les hablaba en latín para que nadie entendiera y se encargaba de perseguir a los creyentes cómo Martín Lutero, Casiodoro de Reina, Juan Hus, y otros.
La verdad de Dios trae paz y luz a generaciones enteras, engrandece a los hombres que inspiran sus vidas en su contenido divino.

Jesús derramó hasta su última gota de sangre para darles hijos a Dios "los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón si no de Dios. Juan 1:13
No tendría sentido las escrituras si Jesús no fuera Dios, quien existía desde antes de la fundación del mundo, y siendo el creador de todas las cosas se despojó así mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Filipenses 2:7

Para que tú y yo podamos tener vida eterna, existe y existirá hasta el fin siendo el Alfa y Omega de toda la creación.





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