
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda más tenga vida eterna. Juan 3:16
Era tan sencillo, que el ser humano no podía dejarlo así, y como todas las cosas que pasan por la mano del hombre, sea la política, el hogar, la crianza de los hijos y aún la religión, se complican.
Tampoco se podía dejar que la relación y comunión con Dios fuera algo tan al alcance de todos, como lo es el amor de Dios que para hallarlo solo basta creer.
El ser humano para sacar ventaja de ello invento la religión, llenó de preceptos a las personas que querían llegar a Dios y no se percató de que Jesús lo hacía todo sencillo.
Caminaba con sus discípulos, comía y conversaba con ellos, sanaba a las multitudes sin pedirles nada, los fariseos lo acusaban todo el tiempo, se molestaban porque comía con los publicanos y pecadores, y su respuesta a esas acusaciones era: "los sanos no tienen necesidad de médicos"
o "El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido".
Su lugar de reunión era al pié de una montaña, o sentado en una barca desde donde hablaba a la multitud, también podía ser la casa de Pedro o en algún lugar donde lo invitaran. No tenía templos suntuosos, ni conducía un carro de último modelo; pero sin embargo a mi y a ti nos dio libertad.
Rompió las cadenas de opresión, y tremendas ataduras que el diablo ejercía sobre nosotros y nos dio libertad, pero a ti; El solo te pide creer,
solo creer, y así poder recibir su amor infinito, su amor que todo lo puede, que lo llevó a la cruz a morir y a sufrir por todos nosotros.
No te alejes de El, dale la oportunidad de amarte, quizá te sientas golpeado por alguna mala experiencia, no te olvides que el ser humano falla, las personas somos imperfectas pero Dios con toda su pureza y perfección hoy está cerca de ti, para amarte y cuidarte.
Era tan sencillo, que el ser humano no podía dejarlo así, y como todas las cosas que pasan por la mano del hombre, sea la política, el hogar, la crianza de los hijos y aún la religión, se complican.
Tampoco se podía dejar que la relación y comunión con Dios fuera algo tan al alcance de todos, como lo es el amor de Dios que para hallarlo solo basta creer.
El ser humano para sacar ventaja de ello invento la religión, llenó de preceptos a las personas que querían llegar a Dios y no se percató de que Jesús lo hacía todo sencillo.
Caminaba con sus discípulos, comía y conversaba con ellos, sanaba a las multitudes sin pedirles nada, los fariseos lo acusaban todo el tiempo, se molestaban porque comía con los publicanos y pecadores, y su respuesta a esas acusaciones era: "los sanos no tienen necesidad de médicos"
o "El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido".
Su lugar de reunión era al pié de una montaña, o sentado en una barca desde donde hablaba a la multitud, también podía ser la casa de Pedro o en algún lugar donde lo invitaran. No tenía templos suntuosos, ni conducía un carro de último modelo; pero sin embargo a mi y a ti nos dio libertad.
Rompió las cadenas de opresión, y tremendas ataduras que el diablo ejercía sobre nosotros y nos dio libertad, pero a ti; El solo te pide creer,
solo creer, y así poder recibir su amor infinito, su amor que todo lo puede, que lo llevó a la cruz a morir y a sufrir por todos nosotros.
No te alejes de El, dale la oportunidad de amarte, quizá te sientas golpeado por alguna mala experiencia, no te olvides que el ser humano falla, las personas somos imperfectas pero Dios con toda su pureza y perfección hoy está cerca de ti, para amarte y cuidarte.
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