Dos mil diez, comienzo de un gran desafío

Estemos firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres.       Gálatas 5:1


Vivimos en tiempos difíciles, donde uno de los grandes desafíos de la humanidad es encontrar el punto de equilibrio, ya sea en las tendencias políticas, en la educación de los jóvenes, en las leyes, etc.¿Cómo y en que momento; aplicar justicia? ¿Cuando perdonar?
En ambas cosas siempre existen dos punto de vistas opuestos, como ser: el de mano dura, por un lado,
por el otro una tolerancia que se transforma en libertinaje, ¿Como encontrar el punto de equilibrio en un mundo que no esta preparado para tales desafíos?
Jesucristo pudo unir en la cruz estos dos aspectos, su justicia que demanda condena al pecador, y su amor que le otorga el perdón; clavando en la cruz el acta de los decretos que había contra nosotros, uniendo con su propia vida el perfecto equilibrio para darnos una nueva oportunidad.
El dice "no te condeno" somos los humanos quienes no estamos preparados para amar, y cual fariceos nos aprestamos a juzgar y condenar cuando El dijo: "no te condeno"
Ocurre que optar por alguna postura en particular es más cómodo, inclinar la balanza para algunos de los lados no requiere gran esfuerzo, es fácil ponerce en el papel de gran santo y juzgarlo todo, o en el otro y pensar que todo está bien, que Dios todo lo perdona y hay que vivir la vida.
El equilibrio requiere sacrificio, renuncias, a veces a puntos de vista que hemos adquirido por años, y nos cuesta reconocer si hemos estado equivocados.
Requiere de adaptación a los nuevos tiempos que se viven, de saber escuchar, aprender, comprender. No es, el ser equilibrados, dejar que las cosas sigan adelante si están mal, sino asumirlas con responsabilidad, pero tambien con un alto grado de amor y comprención.

Atrévete este año a vivir en libertad, no dejes que los demás te juzguen o quieran condenarte, ni vivas por lo que los otros piensen de ti, aférrate a Aquel que te amó y no te condenó, dejate enseñar por El, y aprende a disfrutar tu vida haciendo el bien. 

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