Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23
Creer, tan solo creer, que maravilloso es poder creer, ¿Has escuchado alguna ves a las personas decir, "si pudiera creerte"? A un padre o a una madre que quizá quiera creerle a su hijo, o una pareja que tal vez quisiera confiar en su compañero, o viceversa.
El creer en un mundo invadido por la desconfianza, no siempre se hace fácil, que hermoso sería si pudiéramos confiar en las personas; pero no siempre puede ser así, aunque quisiéramos.
Creer a Dios tiene otro valor y es un valor eterno, es abrir los ojos a una realidad que no podemos ver por la desconfianza, porque estamos inmersos en un mundo de mentiras.
Jesús les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Juan 6:29
Y esta obra había comenzado desde antes de la fundación del mundo, porque Dios ya lo había provisto anticipadamente, para salvar al mundo, sabiendo que el hombre se iba a apartar de la verdad.
Miles de años de historia, un pueblo que testifica, esa historia, Israel, un libro que atravesó todas las etapas históricas sin que puedan destruirlo, la Biblia, aún intentándolo infinidades de veces, un Cristo que colgado de una cruz cambió el rumbo del mundo, trayendo un mensaje de paz y amor, y aún el hombre no puede creer.
Sin embargo la perla más preciosa para el ser humano es ese don interior que le permite ver a través de la fe, creer en un Dios invisible pero real, traspasar la barrera de la incredulidad y penetrar en el mar de la confianza en Dios, en aquel Dios que si creyó en el hombre y descendió del cielo para dar su vida por él.
Así que a ti también lo dice: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Creer, tan solo creer, que maravilloso es poder creer, ¿Has escuchado alguna ves a las personas decir, "si pudiera creerte"? A un padre o a una madre que quizá quiera creerle a su hijo, o una pareja que tal vez quisiera confiar en su compañero, o viceversa.
El creer en un mundo invadido por la desconfianza, no siempre se hace fácil, que hermoso sería si pudiéramos confiar en las personas; pero no siempre puede ser así, aunque quisiéramos.
Creer a Dios tiene otro valor y es un valor eterno, es abrir los ojos a una realidad que no podemos ver por la desconfianza, porque estamos inmersos en un mundo de mentiras.
Jesús les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Juan 6:29
Y esta obra había comenzado desde antes de la fundación del mundo, porque Dios ya lo había provisto anticipadamente, para salvar al mundo, sabiendo que el hombre se iba a apartar de la verdad.
Miles de años de historia, un pueblo que testifica, esa historia, Israel, un libro que atravesó todas las etapas históricas sin que puedan destruirlo, la Biblia, aún intentándolo infinidades de veces, un Cristo que colgado de una cruz cambió el rumbo del mundo, trayendo un mensaje de paz y amor, y aún el hombre no puede creer.
Sin embargo la perla más preciosa para el ser humano es ese don interior que le permite ver a través de la fe, creer en un Dios invisible pero real, traspasar la barrera de la incredulidad y penetrar en el mar de la confianza en Dios, en aquel Dios que si creyó en el hombre y descendió del cielo para dar su vida por él.
Así que a ti también lo dice: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
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