Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 1 de Juan 5:7
No siempre es fácil comprender los misterios de Dios, y por ende tomamos el camino más fácil, que es ignorar, el hombre siempre prefiere desconocer las verdades de Dios, pues, le es más fácil aceptar el error que descubrir la verdad.
Existen personas que aceptan sin discusión alguna una creencia urbana por por más ridícula que parezca, prefieren la mentira antes que aceptar la verdad misma.
Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios. Daniel 2:28
Pero este bendito misterio solo requiere de un corazón sencillo y hambriento de verdad para que pueda comprenderlo.
Jesús dijo: Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y la revelaste a los niños. Mateo 11.25
La Trinidad es un misterio, pero el hecho de que no lo comprendamos no significa que no sea verdad, aunque la Biblia deja claro el accionar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo desde el principio al fin de su Escritura.
En el Nuevo Testamento, después de la venida de Jesús; su nacimiento, muerte y resurrección, se abre un amplio abanico de la verdad que estaba oculta y fue revelada a sus santos apóstoles.
Según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, y que ha sido manifestado ahora. Romano 16:25 y 26
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1 Corintios 2:10
Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mi, para que yo le predicase entre las gentes. Gálatas 1:15 y 16. Palabras del apóstol Pablo.
Podemos ver que en todas estas citas bíblicas se mencionan tanto al Padre como al Hijo y al Espíritu Santo, y esto es apenas un pequeño resumen de toda la verdad inspirada, y aún así se entrelazan operando tanto uno como el otro en las distintas situaciones de la revelación de Dios; pero a la ves estos tres son uno.
Maravilloso misterio.
No siempre es fácil comprender los misterios de Dios, y por ende tomamos el camino más fácil, que es ignorar, el hombre siempre prefiere desconocer las verdades de Dios, pues, le es más fácil aceptar el error que descubrir la verdad.
Existen personas que aceptan sin discusión alguna una creencia urbana por por más ridícula que parezca, prefieren la mentira antes que aceptar la verdad misma.
Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios. Daniel 2:28
Pero este bendito misterio solo requiere de un corazón sencillo y hambriento de verdad para que pueda comprenderlo.
Jesús dijo: Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y la revelaste a los niños. Mateo 11.25
La Trinidad es un misterio, pero el hecho de que no lo comprendamos no significa que no sea verdad, aunque la Biblia deja claro el accionar del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo desde el principio al fin de su Escritura.
En el Nuevo Testamento, después de la venida de Jesús; su nacimiento, muerte y resurrección, se abre un amplio abanico de la verdad que estaba oculta y fue revelada a sus santos apóstoles.
Según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, y que ha sido manifestado ahora. Romano 16:25 y 26
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1 Corintios 2:10
Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mi, para que yo le predicase entre las gentes. Gálatas 1:15 y 16. Palabras del apóstol Pablo.
Podemos ver que en todas estas citas bíblicas se mencionan tanto al Padre como al Hijo y al Espíritu Santo, y esto es apenas un pequeño resumen de toda la verdad inspirada, y aún así se entrelazan operando tanto uno como el otro en las distintas situaciones de la revelación de Dios; pero a la ves estos tres son uno.
Maravilloso misterio.
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