
Todas las cosas que quieran que los hombres hagan con ustedes, así también hagan ustedes con ellos, porque esto es la ley y los profetas. Mateo:712
Es sorprendente la sencillez conque Jesús a simplificado su enseñanza, con razón dice que hasta un niño lo puede entender, por que los niños no tienen los prejuicios que tenemos los mayores.
No se habla de suntuosos templos ni de una larga lista de jerarquías eclesiástica, simplemente esta regla, que contiene en pocas palabras toda la enseñanza de la ley y los profetas.
Así como te gusta que los demás te traten a ti, pues, así también debes tratarlos a ellos, y lo que no te gusta que te hagan a ti, tampoco se lo hagas tu a ellos, ¿Que simple no? Si no te agrada que te roben, mientan o maltraten, sencillamente no actúes tu así con los demás, parece un juego de palabras.
Si te agrada ser valorado, respetado, o tenido en cuenta, que esperas para hacer lo mismo con otros.
Podríamos hacer una lista muy larga, pero con esta regla no son necesarias tantas leyes, si el amor de Dios está en nuestro corazón sabremos discernir de acuerdo a esta sencilla regla que es lo mejor para nuestro prójimo; y por ende para nosotros también.
No olvidemos que el texto sagrado relaciona esta regla con la oración:
Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá. Mateo 7:7
Esta hermoso texto de la palabra de Dios, esta cargado de una enorme medida de fe, para animarnos a creer en sus promesas y no desmayar.
Pero es claro que para pedir a Dios por nuestras necesidades no debemos preocuparnos tanto en buscar algún ungido pastor, ni alguna enorme iglesia donde esté Dios.
Más bien debemos mirarnos dentro nuestro, como estamos tratando a nuestro prójimo, porque es claro; de acuerdo a su palabra, que así también hará Dios con cada uno de nosotros.
Es sorprendente la sencillez conque Jesús a simplificado su enseñanza, con razón dice que hasta un niño lo puede entender, por que los niños no tienen los prejuicios que tenemos los mayores.
No se habla de suntuosos templos ni de una larga lista de jerarquías eclesiástica, simplemente esta regla, que contiene en pocas palabras toda la enseñanza de la ley y los profetas.
Así como te gusta que los demás te traten a ti, pues, así también debes tratarlos a ellos, y lo que no te gusta que te hagan a ti, tampoco se lo hagas tu a ellos, ¿Que simple no? Si no te agrada que te roben, mientan o maltraten, sencillamente no actúes tu así con los demás, parece un juego de palabras.
Si te agrada ser valorado, respetado, o tenido en cuenta, que esperas para hacer lo mismo con otros.
Podríamos hacer una lista muy larga, pero con esta regla no son necesarias tantas leyes, si el amor de Dios está en nuestro corazón sabremos discernir de acuerdo a esta sencilla regla que es lo mejor para nuestro prójimo; y por ende para nosotros también.
No olvidemos que el texto sagrado relaciona esta regla con la oración:
Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá. Mateo 7:7
Esta hermoso texto de la palabra de Dios, esta cargado de una enorme medida de fe, para animarnos a creer en sus promesas y no desmayar.
Pero es claro que para pedir a Dios por nuestras necesidades no debemos preocuparnos tanto en buscar algún ungido pastor, ni alguna enorme iglesia donde esté Dios.
Más bien debemos mirarnos dentro nuestro, como estamos tratando a nuestro prójimo, porque es claro; de acuerdo a su palabra, que así también hará Dios con cada uno de nosotros.
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