
Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23
Llamemosle cómo queramos llamarle, tomemosle en serio o no; la paga del pecado o su finalidad es siempre la misma: muerte.
Podremos ser más modernos ahora y probable mente no nos asuste tanto la inmoralidad que nos rodea, pero el fin del pecado será siempre el mismo: la muerte.
Pero cuando abundó el pecado; sobreabundó la gracia de Dios por Jesucristo.
Porque el pecado paga; pero paga muy mal, basta mirar ¿Cuantos se arrepienten luego de una vida de derroche? cuando la salud está quebrantada y viene el remordimiento, la tristeza y enfermedad.
Pero Dios no paga, escucharás a muchos decir: "Toda una vida de hacer el bien ¿De que me sirvió?" Es que Dios no paga lo que El nos da es una dádiva, un regalo; porque la vida eterna no tiene precio, su amor no tiene precio, todo lo que El nos da, no tiene precio.
¿Quien podría pagar por ser hijo de Dios, bien dice : "No me eligieron ustedes a mi; si no que yo los elegí a ustedes" Cuando alguien va a adoptar un hijo; el niño no tiene que hacer nada, no le dicen al padre adoptivo: "Este se portó bien" para que lo adopte, sino que el padre lo elige por que lo elige, así cómo es.
Si este ejemplo vale para un padre terrenal ¿Cuanto más haría nuestro Padre celestial? No hagamos nada para que el Padre nos elija, porque nada podremos hacer; pero baste saber que el pecado si tiene su paga y siempre paga mal; pero Dios nos regala la vida eterna, basta estar con el para que el pecado desaparezca de nuestras vidas.
Estemos cerca de Jesús, y no lucharemos contra el pecado, baste estar cerca, unido a El y el pecado lentamente tendrá que desaparecer, demás esta que nos tapemos los ojos para no ver o los oídos para no escuchar lo que el pecado permanentemente nos ofrece; cuando en realidad lo único que debemos hacer es unirnos a Jesús, pues el venció al pecado crucificandolo en la cruz y anulando el acta que este tenía en nuestra contra.
Llamemosle cómo queramos llamarle, tomemosle en serio o no; la paga del pecado o su finalidad es siempre la misma: muerte.
Podremos ser más modernos ahora y probable mente no nos asuste tanto la inmoralidad que nos rodea, pero el fin del pecado será siempre el mismo: la muerte.
Pero cuando abundó el pecado; sobreabundó la gracia de Dios por Jesucristo.
Porque el pecado paga; pero paga muy mal, basta mirar ¿Cuantos se arrepienten luego de una vida de derroche? cuando la salud está quebrantada y viene el remordimiento, la tristeza y enfermedad.
Pero Dios no paga, escucharás a muchos decir: "Toda una vida de hacer el bien ¿De que me sirvió?" Es que Dios no paga lo que El nos da es una dádiva, un regalo; porque la vida eterna no tiene precio, su amor no tiene precio, todo lo que El nos da, no tiene precio.
¿Quien podría pagar por ser hijo de Dios, bien dice : "No me eligieron ustedes a mi; si no que yo los elegí a ustedes" Cuando alguien va a adoptar un hijo; el niño no tiene que hacer nada, no le dicen al padre adoptivo: "Este se portó bien" para que lo adopte, sino que el padre lo elige por que lo elige, así cómo es.
Si este ejemplo vale para un padre terrenal ¿Cuanto más haría nuestro Padre celestial? No hagamos nada para que el Padre nos elija, porque nada podremos hacer; pero baste saber que el pecado si tiene su paga y siempre paga mal; pero Dios nos regala la vida eterna, basta estar con el para que el pecado desaparezca de nuestras vidas.
Estemos cerca de Jesús, y no lucharemos contra el pecado, baste estar cerca, unido a El y el pecado lentamente tendrá que desaparecer, demás esta que nos tapemos los ojos para no ver o los oídos para no escuchar lo que el pecado permanentemente nos ofrece; cuando en realidad lo único que debemos hacer es unirnos a Jesús, pues el venció al pecado crucificandolo en la cruz y anulando el acta que este tenía en nuestra contra.
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