
Respondiendo Jesús les dijo: Miren que nadie los engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo; Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oirán de guerras y rumores de guerras; miren que no se turben, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Mateo 24:4-8.
Es tan actual la palabra de Dios cómo el diario de la mañana, estos versículos hace 25 años atrás se leían cómo el presagio de algo futuro, uno los leía y sentía cómo que faltaba poco; pero hoy, exactamente hoy, parecemos estar dentro de esa palabra, y esto no lo digo para asustar a nadie; porque la palabra dice que no debemos turbarnos.
Los falsos profetas parecen estar al día con sus predicciones de desastres quitando la paz, pronosticando un cataclismo inminente, pero la palabra de Dios dice bien claro; estos acontecimientos son principio de dolores.
Así que si miramos la palabra de Dios; leemos: guerras y rumores de guerras, realmente el siglo pasado fue un siglo de muchas guerras, la primera y segunda guerras mundiales, luego los rumores que nos acompañaron durante toda la mitad del siglo, la inminente tercer guerra mundial, o la tan temida guerra bacteriológica que nos acompaña aún, el temor de un desastre universal.
Este nuevo siglo parece caracterizarse por los falsos profetas, que continuamente hostígan a la gente presagiando un desastre para el dos mil doce, quitando la paz y turbando a las personas con hechos que toman de los estudios científicos, interpretándolos a su manera y haciendo una rara convinación con la astrología. Lo cual dejan a las personas con una rara sensación de fatalidad inminente.
Terremotos en diferentes lugares: nunca sucedieron tantos terremotos cómo los acontecidos en estos días, faltan todavía el hambre y las pestes aunque ya se esta cumpliendo; pero es clara la palabra de Dios: no se turben porque todo esto es principio de dolores.
Es tan actual la palabra de Dios cómo el diario de la mañana, estos versículos hace 25 años atrás se leían cómo el presagio de algo futuro, uno los leía y sentía cómo que faltaba poco; pero hoy, exactamente hoy, parecemos estar dentro de esa palabra, y esto no lo digo para asustar a nadie; porque la palabra dice que no debemos turbarnos.
Los falsos profetas parecen estar al día con sus predicciones de desastres quitando la paz, pronosticando un cataclismo inminente, pero la palabra de Dios dice bien claro; estos acontecimientos son principio de dolores.
Así que si miramos la palabra de Dios; leemos: guerras y rumores de guerras, realmente el siglo pasado fue un siglo de muchas guerras, la primera y segunda guerras mundiales, luego los rumores que nos acompañaron durante toda la mitad del siglo, la inminente tercer guerra mundial, o la tan temida guerra bacteriológica que nos acompaña aún, el temor de un desastre universal.
Este nuevo siglo parece caracterizarse por los falsos profetas, que continuamente hostígan a la gente presagiando un desastre para el dos mil doce, quitando la paz y turbando a las personas con hechos que toman de los estudios científicos, interpretándolos a su manera y haciendo una rara convinación con la astrología. Lo cual dejan a las personas con una rara sensación de fatalidad inminente.
Terremotos en diferentes lugares: nunca sucedieron tantos terremotos cómo los acontecidos en estos días, faltan todavía el hambre y las pestes aunque ya se esta cumpliendo; pero es clara la palabra de Dios: no se turben porque todo esto es principio de dolores.
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