
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20
Este es el mensaje de la palabra de Dios que ha acompañado a muchos misioneros por muchos lugares del mundo. Ha sido consuelo en su dura tarea de convertir un alma para Cristo, saber que allí donde habían dos o tal ves tres; el Señor estaba obrando en medio de ellos, cual una gota de agua que no deja de ser agua por no hallarse en el mar.
Así cómo el agua que no pierde su esencia, que aún pasando por los peores lugares siempre conserva su composición, y puede elevarse a las alturas transformada en vapor aún del más oscuro pantano.
Del mismo modo los hijos de Dios, sinceros que le aman, podrán elevarse a las alturas de la adoración a Dios aún que se encuentren solos y abatidos, podrán juntarse dos o tres y allí estará el Señor para animarlos, hablarles y prepararlos para su servicio de excelencia.
La palabra de Dios día a día se va renovando por que es una palabra viva, también Dios renueva a sus hijos, renueva su iglesia, nos da una mente abierta para entender sus propósitos eternos, no debemos vivir sometidos a un pasado que caducó, la iglesia pertenece a un nuevo siglo donde las diferencias entre congregaciones deben terminar por que no hay una iglesia mejor que otra.
Tampoco debemos menospreciarnos por que una congregación sea pequeña, por que allí en ese pequeño núcleo está Dios. Y allí donde donde existen dos creyentes sinceros; está Dios y con ellos hará su obra, una obra que tal ves pueda conmover al mundo.
Este es el mensaje de la palabra de Dios que ha acompañado a muchos misioneros por muchos lugares del mundo. Ha sido consuelo en su dura tarea de convertir un alma para Cristo, saber que allí donde habían dos o tal ves tres; el Señor estaba obrando en medio de ellos, cual una gota de agua que no deja de ser agua por no hallarse en el mar.
Así cómo el agua que no pierde su esencia, que aún pasando por los peores lugares siempre conserva su composición, y puede elevarse a las alturas transformada en vapor aún del más oscuro pantano.
Del mismo modo los hijos de Dios, sinceros que le aman, podrán elevarse a las alturas de la adoración a Dios aún que se encuentren solos y abatidos, podrán juntarse dos o tres y allí estará el Señor para animarlos, hablarles y prepararlos para su servicio de excelencia.
La palabra de Dios día a día se va renovando por que es una palabra viva, también Dios renueva a sus hijos, renueva su iglesia, nos da una mente abierta para entender sus propósitos eternos, no debemos vivir sometidos a un pasado que caducó, la iglesia pertenece a un nuevo siglo donde las diferencias entre congregaciones deben terminar por que no hay una iglesia mejor que otra.
Tampoco debemos menospreciarnos por que una congregación sea pequeña, por que allí en ese pequeño núcleo está Dios. Y allí donde donde existen dos creyentes sinceros; está Dios y con ellos hará su obra, una obra que tal ves pueda conmover al mundo.
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