Tocar y palpar a Dios.


Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpen y vean; porque un espíritu no tiene carne ni huesos cómo ven que yo tengo. Lucas :39

Un Dios de carne y huesos, que nos dice cómo le dijo a sus discípulos: toquen y vean mis manos y mis pies que yo soy.

Muchas veces creemos en Dios cómo si se tratara de un fantasma, algo incierto y poco real; sin embargo Dios es tan real cómo que pisamos sobre la tierra, y es tan de carne y huesos cómo que está a la diestra del Dios Padre en el cielo, intercediendo por nosotros.

Cuando aprendamos a ver que Dios es real, no vamos a estar día a día golpeándonos el pecho cada ves que pecamos por que vamos a comprender que el murió en la cruz para perdonarnos y no estaremos todo el tiempo pecando porque comprenderemos que el vive para darnos la fuerzas para no pecar.

Aprenderemos a descansar en un ser tan real cómo lo somos nosotros mismos, que se manifiesta día a día a través de su Espíritu Santo para ayudarnos , fortalecernos y protegernos.

Comentarios