La puerta estrecha

Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13 y 14

La puerta estrecha tiene que ver con el amor y la justicia, no tanto con la religión, todas las enseñanzas de Jesús van dirigidas al ser y no tanto al hacer. Podemos hacer muchas cosas sin amor, cómo dice en 1 Corintios cap. 13

Hay personas que se vuelven hasta fanáticas defendiendo una postura, o porque pertenecen a tal o cual organisación; y no es eso lo que Jesús enseña en su palabra. Su enseñanzas van dirigidas a nuestra conducta, con respecto a nuestros semejantes. Y esto, no en el barullo de un estrado; sino más bien en el silencio de nuestro corazón.

Los evangelios contienen muchos ejemplos, que dejan bien claro a que clase de personas, Dios, nos anima a ser, por ejemplo: La parábola del buen samaritano, el hijo pródigo, los dos deudores, el fariseo y el publicano etc. Demuestran claramente la intención de que seamos más bien personas sencibles al dolor ajeno, comprensivas y caritativas. Y no tanto religiosas.