¿No dicen ustedes: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí les digo: Alcen sus ojos y miren los campos, por que ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se alegre juntamente con el que siega. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra y otro es el que siega. Yo los he enviado a segar lo que ustedes no labraron; otros labraron y ustedes han entrado en sus labores. Juan 4:35 al 38

Que hermoso es entrar en los labores de Dios, el trato con los incrédulos muchas veces puede ser un poco cruel, frío por que no esta la fe, injusto porque no hay esperanza, vacío porque no está Dios.

Dios nos ha dado el privilegio de ser parte de sus labores, lo cual tiene que ver con el alma, con transmitir su mensaje de amor. No debemos pelear con las personas, solo recoger aquellas espigas de vida que ya están maduras.

Solo invitarlas al seno del Padre, donde recibirá consuelo, donde será atendida y amada, donde por mucho tiempo Jesús la está esperando.

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