Sabiduría

Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo. 1 Reyes 3:9

El rey Salomón pidió a Dios sabiduría, y el Señor se la otorgó en abundancia. ¿Debemos nosotros pedir a Dios sabiduría en los tiempos que vivimos?

Oración de un creyente

Dame Dios sabiduría para decir las cosas cómo conviene, para no parecer un fanático, ni un religioso. Para que las personas que traten conmigo sientan el deseo de conocerte a ti, para no ser áspero ni orgulloso en el trato con mis semejantes.

Para esforzarme en conocer la vedad y afirmar cosas rectas, para no molestar con mis dichos, ni ser quien habla todo el tiempo. Para tener oídos para oír, y un corazón que pueda comprender el punto de vista de los demás. A decir las cosas con gracia, y a esperar el momento oportuno, si debo corregir a alguien. A no ser impaciente ni actuar con intolerancia.

Dame sabiduría para guiar a mis hijos y no parecer un tirano, para entenderlos y escucharlos, para no obligarlos sino persuadirlos con la verdad, para ser su ejemplo y puedan ver en mi al Cristo que predico.

Dame sabiduría para no condenar a nadie, para ver en mi prójimo a un semejante a quien amo y respeto cómo quiero que me respeten a mi. A no ser quien lleva religión si no la vida de Dios.