La palabra de Dios y la naturaleza del hombre


El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Romanos 13:10

La naturaleza del ser humano va a contra partida con la palabra de Dios. No es porque la Biblia nos hable de cosas que son imposibles de cumplir por el ser humano, si no más bien; porque este por naturaleza es egoísta, y no mide las consecuencias de sus actos; hasta que punto pueden ser dañinos y predicables.

Dios es responsable de toda la creación, el hombre no puede siquiera ser responsable de sus actos, pero a la hora de juzgar; el ser humano cree que puede juzgar a Dios. Le parece que su palabra es demasiado exigente y que Dios no le permite que sea feliz, mientras engaña a su esposa o deja embarazada a alguna jovencita.

La naturaleza tiene sus leyes, las cuales son imposibles de quebrantar, o en este caso, no se tardará en sufrir las concecuencias. Pero el ser humano sigue creyendo que él no está regido por ninguna ley, cree que puede quebrantarlo todo y frente a ese criterio califica a Dios de tirano o que su palabra es autoritaria.

Sería bueno un momento de sincera meditación y examen de sí mismo, y preguntarse si nuestros actos: No solo ofenden a Dios; sino, si hace hace mal al prójimo.
Si fuéramos cuidadosos y sinceros; comprobaremos que siempre nuestras actitudes tienen concecuencias, ya sean buenas o malas.

Por favor; después de un sincero examen: Dejemos ir libre a Dios.





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