Conocer a Dios.


Vengan y volvamos a Dios; porque el arrebató, y nos curará; hirió y nos vendará.
Nos dará vida después de dos días; al tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.

Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Dios; cómo el alba está dispuesta a su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. Oseas 6:1 al 3


Volver a Dios, conocer a Dios, la Biblia esta llena de palabras que tiene que ver con esto, no hay nada que hacer, es una relación. No se trata de una religión, la religión tiene que ver con lo que otros hicieron, con lo que a otros se le ha revelado, ellos lo sintieron así, lo vivieron así, nos han dejado un testimonio; pero nosotros debemos tener nuestras propias enseñanzas y conocimiento de Dios como un hecho personal.

Las cosas que nos suceden a diario en nuestras vidas, es la manera en que Dios se nos muestra, el, trabaja en nosotros con nuestras propias experiencias y no a través de la experiencia de otros. Debemos prestarle atención, pues el nos habla permanentemente, si ajustamos nuestra mirada de las cosas que nos suceden en la vida, nos daremos cuenta que Dios siempre estuvo cerca, aún desde antes de nacer, siempre quiso hablarnos y lo pretende hacer a diario, nos enseña, nos lleva a El.

No nos mete en una religión, porque la religión es la experiencia de otros, por ejemplo: alguien sintió que Dios le pedía que se aparte a un lugar desierto para orar, y el lo hizo, luego pretende que todas las personas se aparten a un desierto a orar.

Su testimonio es válido; pero quizá a vos o a mi, Dios nos pide otra cosa, y eso nadie te lo podrá decir, debes descubrirlo tú mismo, puedes asistir a una iglesia, trabajar para Dios, y hacer muchas cosas que estarán bien; pero hay algo que Dios quiere de ti, algo que Dios quiere decirte a ti, que nadie te lo podrá decir, solo el, deberás conocerle, deberás aprender a escuchar su vos, deberás aprender a conocer a tu Dios.

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