De regreso a casa


Hazme saber, Dios mi fin, Y cuanta sea la medida de mis días; y sepa yo cuan frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es cómo nada delante de ti. Salmos 39: 4 y 5

La vida es cómo un viaje de regreso a casa, de Dios salimos y a Dios vamos, sólo que en este camino demostramos lo que realmente somos.

Podemos vivir de manera egoísta, sin importarnos nada de nuestro prójimo, o ser solidarios y compasivos con quienes son menos afortunados en este viaje de la vida.

Solo pasamos una ves por ella, y algunos ya tenemos un gran trecho recorrido, hay tiempo de re acomodar las cosas si hemos perdido por momentos la brújula de nuestro destino.

Solo que no debemos aferrarnos a ella, pues es bueno saber que es transitoria; sin embargo siempre podremos dejar las huellas de nuestros pasos.

Comentarios