
Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (casa, ropa y comida) Mateo 6:33
Por nada estén afanosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4:6
Confiar en Dios para nuestras necesidades diarias, en algunas circunstancias es todo un tema, esto no quiere decir que uno se va a quedar dormido esperando le caiga un pan del cielo; pero muchas veces en nuestras ocupaciones y labores diarios, nos preocupamos más de la cuenta y por esa causa es que comenzamos a enfermarnos y caemos fácilmente en la ansiedad. Así sea que Dios nos haya ayudado mil veces, mil veces vamos a desconfiar, esto es algo que llevamos tan arraigado en nosotros que nos lástima por dentro. Debemos aflojar, creer, confiar, esperar. Dios siempre nos va a dar lo mejor: ¿"Que padre si su hijo le pide pan, le dará una piedra"? Dice la divina palabra.
El afán y la ansiedad nos hace ver las cosas de un modo negativo, donde puede haber prosperidad se nos hace que todo es desértico.
Lo que podría ser una oportunidad, lo vemos cómo una piedra en el camino, todo tiene que ver con la manera de ver las cosas, pues no siempre entendemos el lenguaje de Dios.
No todo es cómo nosotros creemos que debería ser, no entendemos la vida, somos insignificantes y vulnerables en muchas cosas y lo bueno sería confiar en Aquel que está por encima de todas las cosas.
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