Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enseñame tus sendas. Salmo 25:4
Te haré entender,y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32:8
El camino de Dios no es una religión, aunque muchos tratan de capitalizar la palabra de Dios a sus conveniencias. El camino de Dios es una conducta, una forma de vida, el ser en su esencia.
Dios en su palabra me hace ver lo que soy, y lo que debo ser, su ejemplo por excelencia es Jesucristo, quien es mi salvador y a quien debo mirar para seguir su ejemplo. O cómo dice el apóstol Pedro: Para seguir sus pisadas.
Jesucristo es un antes y un después en la historia de la humanidad y lo debe ser en mi vida también. Es haber entendido que debo cambiar para seguir su ejemplo. Así de fácil.
Te haré entender,y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32:8
El camino de Dios no es una religión, aunque muchos tratan de capitalizar la palabra de Dios a sus conveniencias. El camino de Dios es una conducta, una forma de vida, el ser en su esencia.
Dios en su palabra me hace ver lo que soy, y lo que debo ser, su ejemplo por excelencia es Jesucristo, quien es mi salvador y a quien debo mirar para seguir su ejemplo. O cómo dice el apóstol Pedro: Para seguir sus pisadas.
Jesucristo es un antes y un después en la historia de la humanidad y lo debe ser en mi vida también. Es haber entendido que debo cambiar para seguir su ejemplo. Así de fácil.
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