¿ERES UN HIJO PRÓDIGO?


Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuantos jornaleros en casa de mi Padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a la casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo, hazme cómo a uno de tus jornaleros. Lucas 15:17 al 19

Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se hecho sobre su cuello, y le besó.

¿Aún piensas que estás lejos de la casa de tu padre? ¿Aún crees que el no te recibirá? ¿Aún te parece que no es tiempo de volver en sí, y de acudir a sus brazos? Pues te aseguro que no es así, El te está esperando, hace tiempo que te espera. Hace tiempo que desea perdonarte y echarse a tu cuello para besarte y recibirte en su casa que también es la tuya.

Dice la Palabra de Dios, en Isaías cap. 1 versículo 18: venid luego, dice Dios, y estemos a cuenta. Si tus pecados fueren cómo la grana, cómo la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos cómo el carmesí, vendrán a ser cómo blanca lana.

¿Que puede ser lo que hayas hecho, para que no tengas perdón? ¿Quizá has derrochado todo el crédito que tenías a tu cuenta? Pues te digo que es inagotable, así cómo es alto el precio que Jesús pagó por tu vida, así también es inagotable y no existe nada en esta vida que pueda agotar el amor de Dios, tu Padre celestial.

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