El juzgar a los demás


No juzguen, para que no sean juzgados.
Porque con el juicio con que juzgas, serás juzgado, y con la medida con que medís serás medido.
¿Y porque miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no hechas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
No des lo santo a los perros, ni eches tus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Mateo 7: 1 al 6

Siempre me parecía exagerada la comparación de la viga en mi ojo, pero ahora puedo darme cuenta que cuando uno está tan convencido de una cosa, o tan metido en una religión o un dogma, que el error de uno es cómo una viga que no nos deja ver, seguramente nos pasemos la vida viéndole el defecto a todas las personas, pero nadie podrá quitar la viga de nuestro propio ojo.

Con respecto al ejemplo de no echar nuestras perlas delante de los cerdos; en algunos estudios bíblicos se ha tomado el texto como no dentro del mismo contexto en que esta escrito, cómo si hablara de otra cosa no relacionada al juzgar.

Sin embargo, en la manifestación de la iglesia frente al congreso en contra de la ley de matrimonio gay, se cumplen ambos ejemplos, por un lado, que no debemos juzgar, uno nunca sabe que pasará con nuestra familia, mira si un día uno de los hijos, o nietos de cualquiera de esas personas le confiesa que es gay, ¿Que hará? ¿Lo echará de la casa?

Por otro lado, tratar de explicar tus razones y convicciones en cuanto a la fe y a la Biblia, que son tus perlas o tus cosas santas, a esas personas que estaban allí, ya sean medios de comunicación, o las mismas personas que estaban a favor de la ley de matrimonio gay, no te van a entender, y es más; van hacer de tus razones y convicciones un motivo de burla, cómo lo han hecho o lo trataran de hacer.

Por esa razón; es bueno que seamos sabios y que no juzguemos a nadie, si vives una vida recta, vívela para ti y se un atalaya de la verdad con tu ejemplo de vida.

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