
A la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
Y los discípulos al verle andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! y dieron voces de miedo.
Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tengan ánimo, yo soy, no teman!
Entonces Pedro le respondió, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Y el dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, salvame!
Al momento Jesús , extendiendo la mano, asió de él, y le dijo,: ¡Hombre de poca fe! ¿Porque dudaste?
Y cuando ellos subieron a la barca, se calmó el viento.
Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Mateo 14: 22 al 33
Podemos adorarle sin temores, él es El Hijo de Dios.
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