Canten alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Sirvan al Señor con alegría; vengan ante su presencia con regocijo.
Salmos 100: 1 y 2
Cantar a Dios nos hace bien, sobre todo en los momentos que estamos sin fuerzas, cuando se nos cierran puertas, en la necesidad y la aflicción. En el silencio de nuestro corazón es bueno cantarle y esperar en El.
Sirvan al Señor con alegría; vengan ante su presencia con regocijo.
Salmos 100: 1 y 2
Cantar a Dios nos hace bien, sobre todo en los momentos que estamos sin fuerzas, cuando se nos cierran puertas, en la necesidad y la aflicción. En el silencio de nuestro corazón es bueno cantarle y esperar en El.
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