Necesidad de Dios


Bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en caminos de pecadores,
Sino que en la ley de Dios esta su delicia y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará.

Salmos 1:1 al 3

El alma es como la tierra seca que anhela el agua fresca de la lluvia, y cuando la recibe el agua penetra y se satisface, luego no querrá recibir otra cosa, pues le resbalará. Así también es el alma sedienta de Dios, una ves que se ha saciado de Dios, podrá ver muchas cosas, escuchar y aún hacer; pero nada podrá penetrar su alma.

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