
Otra vez les digo, que si dos de ustedes se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Mateo 18: 19 y 20
Como una molécula de agua, que no deja de ser agua porque sea tan pequeña e insignificante a la vista, sin embargo es indestructible, podrá pasar por el fuego, por la suciedad, por muchas cosas; pero algún día se hará vapor y levantará vuelo por encima de todas las cosas y volverá al río, volverá al mar, y nuevamente dará vida, crecerán plantas, correrán arroyos y su ciclo no tendrá fin.
Así es la Iglesia, así nace, dos o tres son suficientes porque Dios está, dos o tres son suficientes para dar vida, para creer en milagros, para que brille la luz de Dios.
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