
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
1 Juan 1: 5 al 10
A esta porción le podríamos agregar el texto de Juan 3:21 El que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Nuestras obras son nuestros hechos de cada día, nuestro obrar, lo que somos como personas, como individuos, y justamente venir a la luz es esa búsqueda de Dios y la manera en que estamos dispuestos a ponernos en la balanza aun sabiendo que nuestra medida está fallada, pero confiando en que Dios va suplir nuestra necesidad de pureza y santidad.
Tampoco serviría venir a Dios con nuestra propia justicia, "acá estoy yo, hoy más consagrado que ayer" Dice que, si decimos que no tenemos pecado le hacemos a él mentiroso y que su palabra no está en nosotros. Es mejor acudir a él con humildad y sabiendo cuanto lo necesitamos cada día, porque sin él nuestras obras son solo una mentira.
Comentarios
Publicar un comentario