La fe


Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hebreos 11:1

Certeza y convicción, dos palabras que el mundo necesita y todos necesitamos, en muchos aspectos de nuestras vidas, sea en el trabajo, en la salud, el dinero, el amor, la casa el hogar, en fin, en todo lo que nos rodea; pero sobre todo es una cuestión del alma y del espíritu que tiene que ver en quien creemos y a quien creemos.

La fe es un don de Dios otorgado a nosotros sus criaturas, que luego de creer en él, pasaremos a ser sus hijos por adopción.

Somos sus hijos por fe, creemos aunque no lo veamos, basta su palabra para creer como ante el más extraordinario documento que nos hace herederos de la vida eterna.
Creer nos hace bien, nos da paz, frescura a nuestra alma como el fresco rocío que desciende sobre la vegetación, así cada día y en cada circunstancia de nuestras vidas.

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