Yo sé los pensamientos que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para darles el fin que esperan. Entonces me invocarán, y vendrán y orarán a mi, y yo los oiré. Y me buscarán y me hallarán, porque me buscarán de todo corazón.
Jeremías 29: 11 al 13
Que bueno es que Dios te diga: "Los pensamientos que tengo para ustedes son pensamientos de paz" Que te diga: "Me buscarás y me hallarás, me invocarás y yo responderé"
Si leemos todo este pasaje de Jeremías, encontraremos que Dios le hablaba a su pueblo que fue llevado cautivo a Babilonia, y le pedía que edificaran sus casas, que plantaran árboles de fruta, sembraran y vivieran una vida normal y que procuraran la paz de la ciudad a la cual él los había hecho llevar.
Nosotros como sus hijos también estamos cautivos en una ciudad que no es la nuestra, dice la Biblia que nuestra ciudadanía es celestial, y mientras estamos en este mundo, del cual Jesús dijo que no somos de el, debemos edificar, plantar, sembrar, y vivir una vida normal, Dios esta con nosotros, nos oye, nos cuida, solo nos pide que le invoquemos de todo corazón.
Comentarios
Publicar un comentario