
Y escribe al ángel de la Iglesia en Laodicea: He aquí el amén, el testigo fiel, y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te bomitaré de mi boca.
Porque tú dices: yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Apocalipsis 3:14 al 18
Esta es la condición de la Iglesia en los últimos tiempos, esa riqueza de que habla no se refiere exactamente a las riquezas materiales, aunque hay mucho de eso en las iglesias, pero se refiere a la riqueza espiritual a que la Iglesia hace alarde y dice me he enriquecido y no tengo necesidad de nada, se refiere a que no acepta ninguna corrección, no existe nada más creído y jactancioso que un cristiano religioso. Dice: Yo me congrego, voy a todas las reuniones, doy el diezmo y pertenezco a la mejor iglesia, todas las demás están equivocadas. Esa es la actitud.
Te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, el oro es la verdadera riqueza, se refiere a la verdad de la palabra de Dios, refinada en fuego, pura pasada por las pruebas y sin ningún agregado para manipularla y acomodarla a nuestra conveniencia.
Vestiduras blancas de la santidad de Dios únicamente ofrecida por la sangre purificadora de Cristo y no por méritos humanos, para que no se descubra la desnudez de esa iglesia en la venida de Cristo, donde se hará manifiesto que todas las obras de los cristianos son como cartón pintado.
Unges tus ojos con colirio para que veas, porque lo más lamentable de la cristiandad es la ceguera con que se la caracteriza, ven solamente el defecto en los demás; pero para si mismos tienen cero auto crítica.
A la cristiandad moderna, no lo digo yo, lo dice la Biblia: Eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Para reflexionar los que hace años van a la Iglesia y carecen de total auto crítica, no nos hagamos problemas que de la crítica se encarga Dios.
La tibieza no se refiere tanto, como los pastores lo han enseñado por años, a la mezcla con el mundo y que para ser un buen cristiano te tienes que encerrar en un convento, sino que la tibieza es la falta de pureza de Dios en el mismo ser de la persona, lo aclara bien cuando dice: "Porque tú dices; yo soy rico" esa riqueza es el orgullo espiritual con la que están investidas las mayorías de las personas que van a alguna iglesia y se creen los mejores, sin aceptar aquellas cosas en las que están equivocadas.
Cuando alguien golpea la puerta a tu casa y te trae un mensaje de la palabra de Dios, vos fíjate que esa persona se presenta como el conocedor de toda la verdad y no acepta ningún tipo de cuestionamiento. No dice; vamos a compartir y vamos a aprender juntos, yo tengo cosas para trasmitirte que te serán útiles y tú también tienes cosa útiles para mi. No, al rato de estar allí te dirá: "Yo vengo con la verdad". Y lo más lamentable es que esto pasa aún entre los mismos cristianos.
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