Aquel, pues, que suministra el Espíritu, y hace maravillas entre ustedes, ¿Lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?
Gálatas 3:5
La tendencia humana es siempre obtener las cosas por los logros personales, en todas las cosas actuamos así; si tenemos un buen trabajo y una importante suma de dinero lo primero que decimos es: "Bueno pero yo me esforcé para tener todo esto" Y así sucesivamente nos comportamos con todas las cosas.
Cuando se trata de las cosas espirituales aplicamos la misma regla, tanto de esfuerzos, igual: logros. Sin embargo cuando se trata de la fe, se rompe con todas las reglas humanas, solo existe una regla y es la de oír con fe, la fe no conoce imposibles, el único imposible somos nosotros cuando no creemos, tampoco se vale de méritos humanos, es solo creer y no merecer, porque en realidad nadie merece nada y cuando creímos, allí mismo lo merecimos, pues él único mérito es creer.
Un bebe recibe de sus padres todos los cuidados sin merecer absoluta mente nada más allá de ser un hijo, del mismo modo nosotros debemos tomar los beneficios que tenemos en Dios, somos sus hijos por fe, y recibimos todos los cuidados también por fe.
DIOS BENDIGA A TODOS LOS QUE LEEN ESTA NOTA Y LA CREEN CON FE.
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