
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados. Y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2 Corintios 5:19
De ninguna manera esto habla de un libertinaje, los hombres deben saber cual es el límite, mucha gente se queja de la religión, pero bueno sería que el mismo ser humano supiera discernir entre el bien y el mal para no tener que sufrir ningún tipo de sometimiento.
Dios, a través de Jesucristo no tiene en cuenta el pecado, es decir, lo pasa por alto, si las personas creen en la sangre de la reconciliación.
Esto no es religión, es fe, el hombre vuelve a reconstruir su vida a través de Cristo.
Comienza a ser dueño de sus actos, no necesita una religión como un caballo que requiere de un bozal para obedecer al dueño, sino que por si mismo aprende a edificar una vida productiva y en paz con Dios.
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