
No hay nada más gratificante que levantarme cada mañana e iniciar el día con una leve lectura de la Biblia, significa un reposo para el alma que no puede ser comparado con nada, en ella encuentro temas tan actuales y hasta quizá más actuales que el diario que voy a leer después, significa también que puedo tener un punto de vista por encima de lo humano con respecto al mundo donde vivo y el ambiente en el que me toca estar.
También ella habla a mi corazón, con una ternura incomparable y con ejemplos que me ayudan a crecer como persona, destruye mis rencores, tira por tierra mi ánimo amargado y me impulsa a estar por encima de las bajezas humanas.
Me ayuda a creer en mi prójimo, a valorar a quienes me rodean y a pensar en esta vida con un poco más de altura y comprensión, ella es mi pan de cada día y es además mi paz, al leerla me doy cuenta cuanto la necesito y sin ella no soy yo.
Comentarios
Publicar un comentario