
Bienaventurado el hombre que teme a Dios y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Su descendencia será poderosa en la tierra, la generación de los rectos será bendita.
Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.
El hombre de bien, tiene misericordia, y presta; gobierna sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo.
No tendrá temor de malas noticias, su corazón está firme confiado en Dios.
Salmos 112: 1 al 8
Es bueno empesar un año creyendo en Dios y terminarlo creyendo en él de la misma manera, si hemos empezado un año confiando y así mismo lo hemos terminado, lo que está en el medio ha sido solo la prueba que nos fortalece, de una manera u otra, ya sea en los sufrimientos o en la prosperidad.
Feliz año nuevo para todos
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